Creer: Cuando el liderazgo se ejerce de manera correcta, ayuda a que cada miembro crea en sí mismo y en las capacidades de los demás, ya que el líder se encargará de dar tanta confianza y motivación a su grupo que es imposible que los miembros no crean en lo que pueden ofrecer y en lo que los demás pueden aportar dentro del grupo.

Crear: A la hora de crear, el líder dará apoyo y motivación para que sus compañeros aporten sus ideas, den sus opiniones y sus críticas, dándoles la oportunidad de comunicar o decir lo que piensan sin miedo.

Ejemplo: Cuando un maestro nos pide que demos nuestras aportaciones sin importar cuál sea, nos está dando la oportunidad de crear en conjunto.

Comunicar: Ayuda a que la comunicación sea más efectiva, para que todos los integrantes entiendan correctamente la información. Si, por ejemplo, no entienden algo, el líder se encarga de explicarlo de manera clara, entendible y sencilla, para que todos comprendan mejor la idea.

Compartir: El líder crea un ambiente donde todos se sientan cómodos para aportar sus ideas y conocimientos, animando a los miembros del grupo a participar y valorar lo que los demás aportan. Es decir, no se trata solo de que el líder hable o sea el único que aporte; en un grupo todos deben compartir sus saberes, experiencias y opiniones. Así se da la oportunidad de que cada uno aprenda de los demás.

Comprometer: El líder es un modelo a seguir. Si un líder no da el ejemplo, entonces no es un líder. Es el primero que debe demostrar su responsabilidad, su compromiso y su dedicación, para que los demás miembros lo imiten.

Colaborar: El líder debe asegurarse de que cada miembro tenga una tarea y cumpla una función, porque sería injusto que solo una persona o una parte del grupo trabajara mientras otros no hacen nada. Todos deben colaborar. Por eso, el líder organiza, coordina y divide las responsabilidades, asegurándose de que los miembros se sientan cómodos, que nadie quede excluido y que todos trabajen juntos.

Contribuir: El líder ayuda a que los participantes aporten sus capacidades, habilidades y conocimientos. Cada persona tiene algo que lo hace destacar; por ejemplo, Luis se desenvuelve mejor en un área y María en otra. El líder, conociendo estas características, ayuda a que todos aporten lo que saben para sumar al objetivo común. Cada contribución es importante, porque la idea de uno puede mejorar la del otro y así obtener un mejor resultado final.

Criticar: El líder ayuda a que cada integrante diga lo que piensa y exprese desacuerdos o errores, pero siempre con respeto. Las críticas son buenas si se hacen de manera correcta y constructiva, es decir, que ayuden a mejorar y no sean solo por criticar, sin sentido o para molestar.

Consensuar: El líder no impone sus ideas, sino que se encarga de que todos den sus opiniones y que estas se tomen en cuenta para llegar a una decisión en conjunto.

Cohesionar: Un buen liderazgo ayuda a que los lazos entre los miembros de un grupo se fortalezcan. La unión en un grupo es imprescindible; como dice un dicho, “un grupo unido jamás será vencido”. Por lo tanto, el líder se asegura de que haya respeto, confianza y armonía dentro del grupo, logrando así mayor unión entre todos sus miembros.

En su opinión y desde su experiencia como estudiante, o trabajador, o líder, ¿cómo pueden los líderes de grupos mejorar su desempeño para contribuir al desarrollo grupal en cada una de las diez dimensiones?

Creer: Un líder tiene que hacer que todos crean en sí mismos y en lo que pueden ofrecer. Cuando un líder confía en su equipo y les da motivación, se nota, ya que todos se sienten seguros y con ganas de dar lo mejor.

Crear: También debe incentivar la creatividad del grupo. Es decir, animar a que todos den sus ideas, opinen y hasta hagan críticas constructivas sin miedo. Cuando todos se sienten libres para proponer, el grupo se vuelve más productivo.

Comunicar: Un buen líder debe de asegurarse de que todo el mundo entienda lo que se dice y lo que se hace. Si alguien no entiende, debe explicarlo de forma clara y sencilla, para que no haya confusiones y todos estén en la misma página, por ejemplo, en este grupo, muchas veces algunas no entendemos lo que hay que hacer, pero nuestra líder nos ayuda a que aclaremos la idea a medida de que todos vayamos dando nuestras opiniones.

Compartir: Además, debe fomentar que todos compartan sus conocimientos, experiencias e ideas. No es trata de que el líder solo sea el que hable, todos deben aportar y aprender unos de otros, así el trabajo colectivo mejora mucho.

Comprometer: Un líder debe de dar el ejemplo. Cuando los demás ven que él cumple con sus responsabilidades y se esfuerza, se motivan a hacer lo mismo.

Colaborar: También tiene que organizar al grupo para que todos trabajen juntos y nadie se quede fuera o alguien se aprovecha de la situación y no haga nada. Coordina tareas, reparte responsabilidades y se asegura de que todos participen y se apoyen entre sí.

Contribuir: El líder debe de ayudar a que cada miembro aporte lo que sabe hacer mejor. Así las aportaciones individuales suman al resultado final del grupo.

Criticar: Cuando hay errores o algo no sale bien, el líder debe de enseñar a dar opiniones y señalar lo que se puede mejorar de manera respetuosa. La idea es que las críticas ayuden a mejorar, no a pelear ni molestar a nadie.

Consensuar: Para tomar decisiones, el líder debe de escuchar a todos. Es muy desagradable cuando en un grupo el líder quiere imponer su opinión por encima de las demás o incluso que sólo se tomen en cuenta las opiniones de una parte del grupo y la otra quede excluida.

Cohesionar: Por último, un buen líder debe de saber cómo unir al grupo. Cómo fomentar la confianza, el respeto y la armonía, para que todos se sientan parte del equipo y trabajen juntos con ganas.